Las energías no renovables han impulsado durante varias décadas el crecimiento de las economías y la productividad en todo el mundo. Han sido el combustible que ha llevado el progreso a múltiples sectores. Entre estos, el sector de la salud, educación y comunicaciones. Asimismo, han ofrecido otros beneficios como el acceso al agua potable que nos ayuda a vivir confortablemente.
Por sus repercusiones sobre el planeta y su posible agotamiento, las energías no renovables representan un desafío. El cual plantea la necesidad de optar por otras alternativas. En la actualidad, la ciencia investiga y dirige su búsqueda hacia fuentes energéticas sostenibles. Pero la realidad es que las energías no renovables siguen cubriendo más del 80% de las necesidades energéticas en el mundo.
Un tema muy actual y por demás interesante. Un tema cuyo debate requiere disponer de suficiente información. Por ello, desde Tecnicia Facility Solutions hemos elaborado este post sobre el concepto, tipos y otros aspectos relevantes de la energía no renovable. ¡Sigue leyendo para saber más!
¿Qué son las energías no renovables?
Hablamos de energías no renovables cuando se trata de energías procedentes de recursos de la naturaleza. Recursos que disminuyen con el consumo y no pueden ser restituidos de forma natural a corto plazo. Por ello se consideran finitos o de reservas muy limitadas. Las fuentes más comunes de este tipo de energía son el petróleo, el gas natural y el carbón. Los cuales son combustibles fósiles que al ser quemados producen calor y electricidad. Pero acarrean un gran problema: durante su combustión se emiten gases que contaminan la atmósfera.
Los combustibles nucleares también son considerados fuentes de energía no renovable. Principalmente el uranio, cuyo procesamiento genera reacciones nucleares capaces de emitir energía. A continuación exploramos de cerca estas cuatro fuentes de energías no renovables:
¿Cuáles son los tipos de energías no renovables?
Estas son las principales fuentes de energías no renovables:
El Petróleo
El Petróleo es un recurso natural no renovable con apariencia líquida viscosa. Está constituido por átomos de carbono e hidrógeno. Se origina por la acción de procesos geológicos y bacterianos sobre sedimentos de materia orgánica. Sedimentos que se alojan en rocas sedimentarias y, al ser tratados bajo ciertas condiciones de presión y temperatura, se convierten en un material con alto poder energético. Este combustible fósil constituye la fuente energética más importante, al cubrir la mayor parte de la demanda energética a nivel global.
El gas natural
Otro combustible fósil que es fuente de energía no renovable. Al igual que el petróleo, viene de la mezcla de ciertos hidrocarburos, principalmente el metano y el etano. Su origen se asocia con acciones bacterianas sobre residuos de plantas y animales que han actuado durante millones de años bajo tierra.
Para muchos, el gas es un elemento clave en la transición hacia fuentes energéticas sostenibles. Esto, debido a que en su procesamiento se emiten menos gases contaminantes que en el de otros combustibles fósiles. Se trata de un combustible muy utilizado en el hogar, comercios e industria. También en sistemas de transporte y en la fabricación del amoníaco y metanol.
El carbón
El carbón es un compuesto rico en carbono y otros elementos como el nitrógeno, hidrógeno, azufre y oxígeno. Usualmente se extrae de yacimientos adyacentes a los de petróleo o carbón. Consiste en la fosilización de residuos orgánicos vegetales. Junto con el petróleo, este combustible fósil es una de las fuentes energéticas no renovables más explotadas. El carbón suministra cerca del 25% de la energía que se distribuye comercialmente en todo el mundo.
Energía nuclear
Un tipo de energía no renovable procedente de combustibles nucleares, los cuales comprenden los elementos químicos usados para alimentar y operar los reactores nucleares. Ello genera una reacción conocida como fisión nuclear que, a base de uranio y plutonio, genera energía no renovable. Genera, también, residuos radiactivos que permanecen activos durante varios siglos. La utilización de este tipo de energía resulta muy costosa y cada vez más escasa, cubriendo apenas cerca del 5% de la demanda energética global.
Aún cuando tienen efectos negativos sobre el medio ambiente, estos tipos de energías no renovables siguen siendo las más utilizadas. Posiblemente, porque las infraestructuras y tecnologías se han diseñado para su extracción y transporte. También por las grandes inversiones que se han hecho en investigaciones y desarrollo de sus múltiples aplicaciones.
Sin embargo, los efectos medioambientales obligan a replantear la naturaleza de las fuentes de energía. Hay nuevos escenarios en los que la luz solar cobra cada vez más protagonismo. Falta mucha capacitación y aprendizaje a nivel individual y colectivo, pero las fuentes energéticas sostenibles parecen ser el futuro de la humanidad.
Si deseas asesoramiento sobre lo más conveniente para tu proyecto constructivo sostenible, contáctanos y hablaremos de lo que puede ser mejor para ti y el entorno. ¡Te esperamos!